Este 2011 que casi acaba ya, es el Año Internacional de los Bosques. Y aunque se les haga este homenaje, sin gallardetes ni banda de música (que los árboles son más de escuchar los pájaros que les cantan desde su hombro de corteza), pocos son los árboles a los que alegra la noticia.
Por dos motivos: porque cada vez son menos árboles los que quedan tras una campaña de deforestación sin tregua y porque, si este año es su año, es sencillamente para llamar la atención acerca de unos seres tan amenazados como fabulosos, que han hecho Tierra con sus raíces y hoy nos cuentan parte de una historia que es la nuestra. Gabriel Blanca, catedrático de Botánica, nos enseña cómo amar a un bosque.
Una maravilla, preciosa narración llena de sabiduría.
ResponderEliminarUn saludo.
Alfredo.