No te apures. No te agobies cuando mires a tu alrededor y veas que las cosas andan turbias por este Planeta Tierra fantástico. No creas que estamos sin energía para cambiar la historia. La energía… bueno, "haberla hay-la". Sencillamente está como la riqueza: muy mal distribuida.
¿Crees que si los gritos de un millón de conciertos de rock, la velocidad para pillar sitio en tu partido de fútbol favorito o la energía que se emplea en el mundo cada día en ir de tiendas se reinvirtiesen, un momento siquiera, en cambiar el panorama, no veríamos otra realidad por la tele? Y tú, ¿qué piensas?
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